Te invito a reflexionar sobre aquellos pasos que nos ilustran la peculiaridad de la función materna de María y el por qué Ella es camino obligatorio para llegar a la santidad:
1) PROTOEVANGELIO de Gn 3,15
“Entonces el Señor dijo a la serpiente:Yo pondré enemistad entre ti y la mujer, entre tu linaje y el suyo: él te aplastará la cabeza, y tú le acecharás el talón, Gen 3,15.
Brilla aquí el primer rayo de luz después de la caída del hombre. El corazón paternal de Dios ha preparado una vía de salvación, tan compasiva y misericordiosa que sorprende: la descendencia de la mujer vencerá al demonio de la misma manera que el hombre pisa la cabeza de una serpiente. La descendencia de la mujer es, en general, el género humano; pero principalmente el Salvador Jesucristo. Jesús ha vencido por virtud propia, los otros lo hacen por su virtud.
María, por lo tanto, por su íntima asociación al Hijo de Dios es fuente de liberación contra Satanás. Por su total obediencia a Dios, Ella se ha vuelto para nosotros fuente de gracia y curación.
“El nudo de la desobediencia de Eva lo desató la obediencia de María. Lo que ató Eva con su falta de fe, lo desató la Virgen María con su fe. La muerte vino por Eva, la vida por María”.
2) LA ANUNCIACION
“Con estas palabras ella quedó sorprendida y se preguntaba qué sentido tenía tal saludo…..”Cómo es posible, yo no conozco varón” Lc 1, 29-34.
La actitud de la Virgen durante la Anunciación no es una aceptación pasiva, sino activa, averiguando si realmente éste anuncio viene de Dios o no.
Entre tantos títulos atribuidos a la Virgen, a lo largo de los siglos, hay uno de profundísimo significado: La Virgen Fiel, “Virgo Fidelis”¿Que significa esta fidelidad de María?¿ Cuales son las dimensiones de esta fidelidad?
La primera dimensión se llama búsqueda, María fue ante todo fiel cuando, con amor, se puso a buscar el sentido profundo del designio de Dios en ella y para el mundo. Cómo ocurrirá esto? María preguntaba al ángel de la Anunciación. Ya en el antiguo Testamento el sentido de esta búsqueda se traduce en una expresión de rara belleza y extraordinario contenido espiritual:”buscar el rostro del Señor”. No habría fidelidad si no hubiera en la raíz esta ardiente, paciente y generosa búsqueda; sino se encontrara en el corazón del hombre una pregunta, para la cual solo Dios tiene respuesta, mejor dicho, para la cual solo Dios es la respuesta.
La segunda dimensión se llama aceptación, “Hágase en mi según tu palabra”, éste es el momento crucial de la fidelidad, momento en el cual el hombre percibe que nunca comprenderá totalmente el cómo; que hay en el designio de Dios más zonas de misterio que de evidencia. Es entonces cuando el hombre acepta el misterio, le da un lugar en su corazón, así como María conservaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón”. Es el momento en el que el hombre se abandona al misterio, no con la resignación de alguien que capitula frente a un enigma, sino más bien con la disponibilidad de quien se abre para ser habitado por algo, alguien, más grande que el propio corazón. Esta aceptación se cumple en definitiva por la fe.
La tercera dimensión de la fidelidad es la coherencia. Vivir de acuerdo con cuánto se cree. Aceptar incomprensiones y persecuciones, antes que permitir rupturas entre lo que se vive y lo que se cree; ésta es la coherencia. Aquí se encuentra quizá el núcleo más íntimo de la fidelidad.
Pero toda fidelidad tiene que pasar por la prueba más exigente: aquella de la duración. Por eso la cuarta dimensión es la constancia. Es fácil ser coherente por un día o por algunos días. Difícil e importante es ser coherente toda la vida. Es fácil ser coherente en la hora de la exaltación, difícil serlo en la hora de la tribulación. Y solo puede llamarse fidelidad una coherencia que dura a lo largo de toda la vida. El “fiat” de María en la Anunciación encuentra su plenitud en el “fiat” silencioso que repite al pie de la Cruz.
3) LA VISITA A SANTA ISABEL
“Cuando Isabel oyó el saludo, la criatura saltó de gozo en su vientre y Ella se llenó del Espíritu Santo”, Lc 1, 41.
La función de María es de recibir y dar a Jesús.
María lleva a Jesús y le da a Juan Bautista un regalo especial de Espíritu Santo que lo purifica y lo sana.
Como señal de curación Juan lleno de alegría salta en el seno de la madre. Algunos años más tarde Jesús reconoce la completa curación de Juan cuando declara:” En verdad les digo: entre los nacidos de mujer no ha surgido uno más grande que Juan el Bautista”, Mt 11, 11.
Es muy interesante considerar que la primera cosa que María hace después de concebir a Jesús en su seno, es llevarlo a los necesitados, a los pobres, a los enfermos, a los ancianos. La pariente Isabel estaba necesitada de una ayuda, debido a su estado de embarazo y ancianidad. Para María no existe ningún impedimento para ayudar a los necesitados.
4) EL NACIMIENTO DE JESUS
“Mientras se encontraban en aquel lugar, le llegó a María el tiempo de dar a luz a su hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en la posada” Lc 2, 6-7.
Es importante tener presente que en los momentos más importantes de la vida de Jesús, siempre estuvo presente su Madre. Dios pudo haber hecho las cosas sin ella, pero quiso tenerla siempre cercana en esos momentos.
Sin María habría sido imposible el nacimiento de Jesús, sin María habría sido imposible el nacimiento de la Iglesia.
5) MARIA Y LOS PASTORES EN BELÉN
“Los pastores fueron sin demora, y encontraron a María y José y al niño, acostado en el pesebre” Lc 2,16
“…se volvieron, alabando a Dios por todo lo que oyeron y vieron porque todo había pasado cómo les fue dicho” Lc 2, 20.
Los miedos y las incertidumbres de los pastores desaparecieron por la presencia de Jesús, pero es María que lo da. Su hijo hace la maravilla de curación interior de la duda y del miedo.
6) LA PRESENTACION EN EL TEMPLO DEL NIÑO JESUS
“Cuando los padres del Niño Jesús lo condujeron al templo para cumplir la ley, Simeón lo tomó entre los brazos y bendijo a Dios diciendo:
Ahora Señor, deja a tu siervo que se vaya en paz porque mis ojos han visto a tu Salvador quien has presentado ante todos los pueblos.
Luego Simeón dijo a María: Él será la ruina y la resurrección de muchos en Israel. Lc 2, 27-31.
Por la profecía de Simeón se despierta en el alma de María el presentimiento de un misterio infinitamente doloroso en la vida de su Hijo. Hasta entonces Ella no había escuchado sino las palabras del arcángel Gabriel que le anunciaba para Jesús el trono de David su padre. Simeón las confirma pero introduce una espada, el rechazo del Mesías por Israel, cuya inmensa tragedia conocerá María a los pies de la Cruz.
También en esta ocasión vemos a María que presentando a Jesús se hace portadora de salud por el anciano Simeón, que temía morir sin haber visto la redención de su pueblo. Simeón ha sido curado del miedo a la muerte. Ahora puede ir en paz: está completamente curado.
7)LA PERDIDA Y ENCUENTRO DEL NIÑO JESUS.
“Después de tres días lo encontraron en el templo, sentado entre los doctores de la ley, escuchando y haciéndoles preguntas. Y todos los que oían se admiraban de su inteligencia y sus respuestas” Lc 2, 46-47.
Un aspecto interesante que hay que tener presente durante el extravío de Jesús es la angustia de la Virgen al ver a su hijo perdido. Fueron tres días de dolor y desesperación. ¡Tres días sin Dios! Tres días en la más terrible oscuridad, pero no se desanimó, continuó buscando a su Hijo, aferrándose solo en Dios, a través de la oración con su esposo, San José.
Aquí aparece claro una enseñanza: la oración hecha en familia hace a Dios presente. Cuando todos los miembros en familia se ponen a orar, hace que Dios se manifieste para encontrar al extraviado, abrir las puertas cerradas, escuchar lo imposible de oír.
8) MARÍA EN CANÁ DE GALILEA
” En Caná de Galilea María dijo a los que estaban sirviendo: Hagan lo que Él les diga. Así Jesús empezó sus milagros, manifestó su gloria, y sus discípulos creyeron en Él.” Jn 2, 4-11.
El Señor Jesús se refería a que era en otro lugar y en otra circunstancia, el momento de hacer su primer milagro. Pero ante la orden dada por María, Jesús como que desobedece al Padre para obedecer a la Madre.¡Que poder de intercesión tiene la Virgen María! Con razón la Iglesia la llama: “VIRGEN PODEROSA”.
María nos deja aquí su testamento espiritual, que es la receta principal para cursas todos nuestros males. Es como la enfermera que nos ayuda a conseguir la salud completa. Gracias a ella tenemos el vino nuevo en las bodas eternas del Cordero.
9) “EN EL CALVARIO…..AHÍ TIENES A TU MADRE”
“Junto a la cruz de Jesús estaban María, su madre, la hermana de su madre, María esposa de Cleofás y María Magdalena. Cuando Jesús vio a su madre y de pié junto a ella al discípulo que él amaba tanto, le dijo a su madre: “Mujer, ahí tienes a tu hijo”, y al discípulo dijo: “ahí tienes a tu Madre” Y desde ese momento el discípulo la recibió en su casa.” Jn 19, 25-27.
Aquí sobre el Calvario, María cumple su último ofrecimiento: le ofrece al Padre, a Jesús.
Cerca de la cruz recibe, a cambio de este ofrecimiento, la maternidad espiritual para toda la Iglesia. Jesús pone en evidencia un nuevo vínculo entre Madre e Hijo.
Ella continúa este acto de ofrecimiento al Padre, cuando, cada hijo, en obediencia al evangelio, viva e su carne los padecimientos de Cristo. Aceptando el sufrimiento como experiencia de purificación y ofrecimiento completo, según lo que dice San Pablo, lo que falta a su pasión (cfr Cl 1,24).
10) MARIA EL DIA DE PENTECOSTES
“…todos se mantenían asiduos y concordes en la oración, junto con algunas mujeres y con María, la Madre de Jesús y con los hermanos” At 1,14.
Como ya hemos visto la Iglesia nació del costado abierto de Cristo, pero se manifestó al mundo el día de Pentecostés.
María con su eficaz oración imploró que el Espíritu Santo, ya derramado desde la cruz, les fuera concedido de nuevo a los Apóstoles el día de Pentecostés con dones prodigiosos.
Si Ella dio a luz el cuerpo humano de Jesús y en el Calvario recibió la maternidad para toda la Iglesia que nació del Corazón desgarrado de Cristo, era igualmente importante que ella presidiera el momento en el que el Hijo se revelaba al mundo lleno del Espíritu Santo. Es su oración materna que consigue para la Iglesia naciente el regalo del Espíritu y el regalo del anuncio. Ella enseña que la oración critiana tiene que ser completamente para Jesús, puesto que ÉL es completamente para nosotros.
11) LA MUJER VESTIDA DE SOL
“Entonces apareció en el Cielo una gran señal: una mujer vestida del sol, con la luna bajo sus pies y sobre la cabeza una corona de doce estrellas” Ap. 12,1
En el último libro del Nuevo Testamento, el Apocalipsis, se nos presenta la imagen simbólica de la Virgen, la mujer vestida del sol, que lucha con el dragón por nuestra salvación.
Esta “señal grandiosa”, que las generaciones cristianas han querido ver a la imagen de la Inmaculada, nos lleva a la promesa hecha en los orígenes en el libro del Génesis: la descendencia de la mujer habría vencido definitivamente la serpiente antigua, el diablo.
La Virgen Santa, coronada reina, lucha la batalla por nosotros, habiéndonos dado la luz con vivo dolor a los pies de la Cruz. Su Materna protección quiere preservar a los cristianos de las insidias del diablo, por eso Ella es, para cada uno de nosotros, áncora de salvación en la prueba.