1)LA PROTECCION Y LA CONTENCION
Esa protección es lo primero que un padre y una madre deberían habernos dado. Es el límite entre tu vida, tu núcleo y el mundo, y ese límite lo colocan los padres, para que nadie te dañe, nada te suceda. Eso hace que yo me sienta contenido. Ese abrazo de papá, el beso de mamá, esos detalles que manifiestan cariño.
Cuantos de nosotros necesitamos eso, cuantos de nosotros no tuvimos esa protección….y cuanta falta nos hace, por eso a veces sentimos grandes vacíos en la vida, hasta cuando somos adultos nos cuesta dar ese abrazo, ese abrazo que no tuve ni tampoco lo sé dar. O tal vez somos demasiado melosos, cargosos, porque hay algo adentro de nosotros que reclama eso, porque faltó eso en nuestra infancia. Esa protección es necesaria.
En los casos en que ah faltado esta protección, puede suceder que se repita los errores de los padres o que se vaya al otro extremo, es decir, como no tuve esa contención, ese abrazo, soy demasiado protector con mis hijos, muy cargoso y logramos cansar a nuestros hijos. Todo tiene que ser en armonía para no cansar.
Nos cuesta dar amor, nos cuesta expresar los sentimientos.
Dios en su palabra nos habla como sanar esto. Dios pone la otra parte
Esta desprotección , esta inseguridad es lo que Dios quiere sanar con el Salmo 121, que habla de la protección que da Dios. De ese Dios que no duerme, de ese Dios que es nuestro guardián: “El Señor es quien te cuida” .Quizás no tuviste a nadie que te cuidó, te sentiste solo, y nadie te espesaba amor, y Dios dice “yo soy el que te cuida, el que esta contigo, el Señor es quien te protege. yo soy el que te va a dar esa contención, ese abrazo”.
Que bueno saber por el intelecto que tenemos un Dios que nos protege, que nos consuela, y a través de la oración esa expresión intelectual baja al corazón, y sentimos ese amor infinito que nos llena, y sentimos que Dios toda la vida nos ah cuidado, y así nos sentimos seguros.
A veces somos inseguros, y tal vez es ahí donde esta la raíz de tu inseguridad, porque papá y mamá no estuvieron, o alguno de ellos tuvo que trabajar y no te dieron esa seguridad de que ellos estaban y ahí se gestó esa inseguridad .
No busquemos culpables, por que tal vez tus padres tampoco recibieron esa seguridad, y nadie puede dar lo que no recibió. En vez de eso te invito a orar y a pedirle a Jesús que sane tu inseguridad, tus miedos y todo aquello que se gestó por la falta de protección y contención en la niñez:
SALMO 121: “Dirijo la mirada hacia los montes: ¿de dónde me llegará ayuda? Mi socorro me viene del Señor, que hizo el cielo y la tierra. No deja que tu pie dé un paso en falso, no duerme tu guardián; jamás lo rinde el sueño o cabecea el guardián de Israel. El Señor es tu guardián y tu sombra, el Señor está a tu diestra. Durante el día el sol no te maltratará, ni la luna de noche. Te preserva el Señor de todo mal, él guarda tu alma. El te guarda al salir y al regresar, ahora y para siempre.”
2) LOS ELOGIOS
No estamos acostumbrados a los elogios, si a la crítica destructiva. Cuando éramos niños necesitábamos ser elogiados, necesitábamos que reconozcan nuestra habilidades. Y generalmente nuestros papás no nos elogiaban, sino que nos reprobaban y acá es donde se gesta una mala autoestima. Los primeros 8 años de vida es donde se inculcan en nosotros los valores, todo lo que el niño ve y escucha en esos años se le queda grabado. Es muy importante en esta etapa enseñar sobre la Fe, ya que el niño absorbe de tal manera , que de adulto aunque no esté en el camino de Dios, en algún momento va a volver porque lo tiene incorporado en su ser.
Todo niño necesita aprobación, necesita estímulo, que lo padres le digan: “Hijo vas bien!! Mañana saldrá mejor!! A falta de esto, se gesta en nosotros, la amargura, la negatividad, la baja autoestima. Hoy en día los padres están tan ocupados que no hay tiempo a veces.
Que lindo sería si cada día buscáramos un elogio para decirle a las personas con las que vivimos, con los que trabajamos.
Dios, puede sanarte, para eso debes encontrarte con el Señor, tener un encuentro. Si hay alguien que te aprecia y valora es Dios
Medita esta palabra:
Isaías 43, 4: “Porque tú eres de gran precio a mis ojos, porque eres valioso, y yo te amo, entrego hombres a cambio de ti y pueblos a cambio de tu vida.”
Nuestro hijos no necesitan tantos regalos necesitan amor, cariño. Tenemos q aprender a elogiar a nuestros hijos, y ayudarlos a crecer rodeado de amor.
3) EL PERDON
Es un don…porque nos cuesta hoy perdonar? Quizá porque cuando eras niños, tus padres peleaban pero nunca se reconciliaban adelante de ti, esa puede ser la raíz, de porque nos cuesta perdonar o porque no podemos perdonarnos. Tal vez siempre fuiste reprobado, tuviste padres muy perfeccionista eso también puede colaborar a que te cueste perdonar. Otra razón es por que nos dañan los sentimientos, el sentimiento queda herido, y eso hace que cueste tanto perdonar.
Esta necesidad básica es muy importante de sanar , ya que el perdón es la columna para sanar todos nuestros males.
Tenemos que enseñarle a nuestro hijos a perdonar, a pedir perdón, y a perdonarse uno mismo.
Jeremías 31, 34: ” “Y ya no tendrán que enseñarse mutuamente, diciéndose el uno al otro: “Conozcan al Señor”. Porque todos me conocerán, del más pequeño al más grande -oráculo del Señor-. Porque yo habré perdonado su iniquidad y no me acordaré más de su pecado.”
Dios perdona tu maldad, perdona todo aquello en lo que te has equivocado y no se acuerda mas!! Y te invita a hacerlo, a trabajar el perdón.
Si queres profundizar el perdón en tu vida te invito a leer: ESCUELA DEL PERÓN
4) EL AMOR
Es un valor, es un sentimiento, el Amor es Dios.
Tenemos que diferenciar entre el Amor de Dios y el Amor humano. El Amor humano, se agota, se cansa, hay que cultivarlo, se debe enseñar, y a veces los padres no enseñaron eso a sus hijos. Si por ende, nos criamos en con esa carencia de falta de amor de papá y de mamá, eso me va a costar en la vida, me va a costar amar. Y tendremos un vacío que intentaremos llenar. Pero ese vacía lo tenemos que llenar con Dios, él es fuente de amor. Sino te llenas del amor de Dios, siempre vas a estar mendigando amor, o tal vez seas incapaz de amar, porque no podemos dar lo que no tenemos.
Sabiduría 11, 24: “Tú amas todo lo que existe y no aborreces nada de lo que has hecho, porque si hubieras odiado algo, no lo habrías creado.”
Aunque seamos los peores pecadores Dios nunca va a dejar de amarnos, nada nos puede separar del Amor de Dios!!!