[Como Sanar la Envidia]

La envidia es tristeza por el bien ajeno. Pero dicho negativamente es “alegría por el mal ajeno”. Con esta enfermedad nacemos casi todos los seres humanos.

Síntomas de la Envidia:

1)COMPARACION CON OTROS:

Un criterio para darnos cuenta de su presencia es si al ver que otros tienen éxito y buena suerte por lo que dicen o hacen y nosotros nos preguntamos ¿Porque a mi no se me ocurrió decir o hacer eso? La persona que se hace este tipo de reflexiones está enferma de envidia. El que siente amargura por que otros sean más apreciados, estimados, etc tiene claros síntomas de envidia.

2) CRITICAS NEGATIVAS:

Toda crítica negativa es fruto de la envidia consciente o inconsciente. Por este medio muchas veces tratamos de tapar la luz de la imagen de otra persona, para hacer resaltar nuestra propia imagen. Si juzgamos negativamente a los hermanos es un buen signo de que estamos infectados de envidia.

“No tienes disculpas tú que juzgas a otro, no importa quien seas, porque al juzgar a otros te condenas a tí mismo, pues haces precisamente las mismas cosas que juzgas”. Rm 2,1

“Si ustedes se muerden y se comen unos a otros, tengan cuidado, no sean que se destruyan entre ustedes mismos.” Gl.5,15

“Si hay entre ustedes alguno que sea sabio y entendido, que lo demuestre por su buena conducta, con la humildad que su sabiduría le da. Pero si ustedes tienen envidia amarga en el corazón y hacen las cosas por interés personal, entonces no deben sentirse orgullosos de su sabiduría, pues eso sería sentir y negar la verdad.

Pues esto no es la clase de sabiduría que viene de Dios, sino que es la sabiduría de este mundo, de la mente humana y del diablo mismo.Porque donde hay envidias e interés personal, allí hay desorden y toda clase de maldad. Pero los que tienen la sabiduría que viene de Dios, primeramente tienen una vida pura; luego son pacíficos, bondadosos y razonables. Son compasivos y hacen el bien; son francos y sinceros. Y los que procuran la paz, siembran en paz para cosechar una vida recta” Stg 3, 13-18.

La alabanza que otra persona se merece y nosotros no se la damos, es un bien ajeno que retenemos y hay obligación de restituir.

Las personas envidiosas tienen la tendencia a despreciar a otros, no solo con las palabras negativas, sino hasta en los gestos mostrando indiferencia con sus actitudes.

3)DESANIMAR A OTRAS PERSONAS

Cuando desanimamos a personas en las que encontramos están surgiendo nuevas capacidades, que ya nosotros poseemos en grado superior, hay un claro indicio de que estamos sufriendo la enfermedad de la envidia, porque tenemos miedo de que sean mejores que nosotros.

“Anímense los unos a los otros cada día mientras dura el día de hoy” Hb.3,13

A veces la envidia es inconsciente, se disfraza, es melosa y engañosa. Ejemplo: Dice, lo tuyo es bueno, pero lo mío es mejor.

CITAS BÍBLICAS DE PERSONAS CON ENVIDIA

En la Biblia es muy claro ver la envidia en algunos personajes

La envidia de Cain a Abel porque las ofrendas de éste eran aceptadas por Dios (Gen4, 1-16)

La envidia que tenían los hermanos a José, el soñador, porque era el preferido de su padre (Gen 37, 1-11).

La envidia que sentía Saul a David por todo el éxito que éste tenía en todas sus empresas (1 Sam 18,6-16).

La envidia de los apóstoles a Juan y Santiago porque la madre de ellos había pedido a Jesús un buen lugar en el Reino de los Cielos. (Mt. 20, 24).

La envidia que sentían los fariseos a Jesús por haber resucitado a Lázaro y porque todos creían en Jesús (Hch 13,44).

CONSEJOS PRÁCTICOS PARA SANAR LA ENVIDIA

  1. CONSIDERAR A LOS OTROS MEJORES                                                                                                                                                   

“Deben amarse unos a otros, dándose preferencia y respetándose unos a otros”Rm 12, 10

“Vivan en armonía unos con otros. No sean orgullosos, sino pónganse al nivel de los humildes” Rm 12,16

“No hagan nada por interés personal, ni por orgullo, sino con humildad y que cada uno considere a los otros como mejores que el mismo” Fl2,3

La mayoría de las personas lo que hacemos, generalmente, es compararnos con otros para ver que somos superiores, mejores. Especialmente cuando los demás están en posiciones más elevadas, más dignas.

La imitación de Cristo dice:

“No pienses que has adelantado algo si no te estimas inferior a todos. El que está en paz no piensa mal de nadie. El descontento es atormentado por muchas sospechas; ni descansa él ni deja descansar a los demás. Si quieres que los demás te soporten, sopórtalos tú primero (imitación de Cristo Libro 2,2-3).

2)NO CREERSE SABIO

“Si alguno se cree sabio debe volverse como uno que no sabe nada, para llegar a ser verdaderamente sabio” 1 Cr 3, 18

“Si alguien se imagina que sabe algo, que viva como si no lo supiera” 1 Cor 8,2

“No se crean sabios” Rm 12,16

Como nos gusta aparecer, ser considerados y apreciados por nuestra sabiduría. Cuantas veces hemos pensado; ¿Cómo le han dado tal cosa a tal persona, cuando yo soy más preparado, más inteligente y sé más que él?

3) HACER QUE OTROS CREZCAN

“Que él crezca y yo decrezca” Jn3,30

El Espíritu Santo nos capacita para ser misericordiosos con los demás como Jesús lo ha sido con nosotros (Mt 18,35; Lc 6,36-38)

4) ORAR POR LAS PERSONAS POR QUIENES SENTIMOS ENVIDIA

Para conseguir las bendiciones y gracias de Dios, el único y mejor medico es la oración. “Oren por los que los persiguen y calumnian” Mt 18,35, igualmente se puede decir que hay que orar por las personas con las que sentimos envidia, y algo muy eficaz es ofrecer mi comunión por ellos.

Debemos entregar a Jesús, ante el Santísimo ese sentimiento, para que El con su gracia lo vaya disminuyendo.

Cada día hacer una oración que diga:”En el Nombre de Jesús, renuncio al demonio de la envidia”

 

ORACION PARA PEDIR LA HUMILDAD Y SANAR LA ENVIDIA

Oh Jesús manso y humilde de corazón,

Líbrame:

del deseo de ser estimado, del deseo de ser amado, del deseo de ser exaltado,

del deseo de ser honrado, del deseo de ser alabado, del deseo de ser consultado, del deseo de ser aprobado,

del deseo de ser preferido.

Líbrame:

del miedo de ser humillado, del miedo de ser despreciado, del miedo de ser reprobado, del miedo de ser calumniado, del miedo de ser olvidado, del miedo de ser ridiculizado, del miedo de ser censurado, del miedo de ser sospechado.

Jesús, concédeme la gracia de:

Que otros sean más queridos que yo, que otros sean mas estimados que yo, que otros sean más escogidos que yo, y yo ignorado. Que otros sean alabados y yo desconocido. Que otros sean preferidos en todo.

Que en la opinión del mundo otros suban , y yo baje. Que otros lleguen a ser más santos que yo con tal que yo llegue a ser tan santo como debo ser.

 

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